De regreso en Chicago, Candy ayuda un par de veces a Neil Leagan, él descubre que está enamorado de Candy y hace lo imposible para hacerle pasar malos ratos con tal de obligarla a que se case con él. Candy es despedida por intrigas de Eliza, que se da cuenta de que Neil está enamorado de Candy y la pretende. A Candy ningún hospital la contrata por lo que va a trabajar en la Clínica Feliz con el Dr. Martin.
Albert tiene un encuentro con Terry, quien le dice que extraña mucho a Candy, pero Albert le recuerda los motivos por los que tuvieron que separarse y lo convence de tratar de hacer lo mejor posible cada día para que le dé un buen futuro a Candy y así continuar con su vida. Ver a Candy de lejos logra convencer finalmente a Terry de que regrese al teatro.
Un día, Albert sufre un ataque y recupera la memoria pero lo oculta de Candy. Unos días después se marcha dejando una nota. Candy está muy triste. Siente que todos la abandonan.

Para su sorpresa, Candy descubre que Albert es el Tío Abuelo William. Él le explica que al haberse convertido en la cabeza de la familia Ardley, debido a su juventud, se mantuvo en secreto quién era él verdaderamente. También le dice que él no ha aprobado ese matrimonio y que puede estar tranquila.
Albert y Candy viajan al Hogar de Pony. Albert prepara una fiesta con todos los amigos que siguen vivos: Annie, Archie, Tom, Jimmy, los niños del hogar, la señorita Pony y la hermana María. Es aquí cuando Candy se da cuenta de que Albert es el "Príncipe de la Colina", al verlo aparecer con su traje escocés tocando la gaita. Candy y sus amigos hacen un brindis por estar todos reunidos y ella imagina a sus amigos que no están presentes: Anthony, Terry, Stear y Patty.